domingo, 17 de agosto de 2008

Conclusión

Muchas veces tenemos la concepción de un Dios distante, un Dios que no se interesa por la humanidad, por sus problemas ni por sus intereses. Pero a lo largo de toda la biblia vemos que esto no es así, ya desde el mismo comienzo Dios proveyo una solución para el pecado, y esta solución esta presente, es el mismo Jesús. Pero el gran problema no es que haya o no haya solución sino que la gente no quiere volverse a Dios, no quiere dejar todo aquello que la lleva a la perdición. Entonces vemos que Dios nos quiere atraer hacia él de cualquier forma posible, en todo el libro de Amós se puede ver el ruego casi desesperado de Dios para que sus hijos no se pierdan, "Porque no quiero la muerte del que muere, dice Jehová el Señor; convertíos, pues y viviréis" (Ezequiel 18:32). Con su inmenso amor esta dispuesto a todo con tal de que ninguno se pierda. Podemos ver que Dios nos dice “aunque cueste lo que cueste… ¡vuelve hijo mío!

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